La Conferencia de Berlín, celebrada entre el 15 de noviembre de 1884 y el26 de febrero de 1885 en la ciudad de Berlín fue convocada por Francia y elReino Unido1 y organizada por el Canciller de Alemania, Otto von Bismarck, con el fin de resolver los problemas que planteaba la expansión colonial enÁfrica y resolver su repartición.
Tras la Conferencia, sólo dos países africanos conservaron el derecho a preservar su independencia: Etiopía y Liberia, esta última bajo la protección de los Estados Unidos de América.
La Conferencia de Berlín fue de los grandes acontecimientos diplomáticos de finales del siglo 19. El evento incluyó a la mayor parte de los estados de Europa, así como a los Estados Unidos y Turquía. El resultado fue la regulación del "Reparto de África", o ese último y apresurado intento para aprovechar y reclamar territorio en el último continente no explotado en el mundo. Ningún africano participó en las negociaciones, y las repercusiones de la Conferencia de Berlín siguen dando forma a los acontecimientos en el África moderna.
ANTECEDENTE
La década de 1870 y especialmente la de 1880 vio lo que ha sido llamado "el Reparto de África". Por ejemplo, las recientemente unificadas y Alemania sintieron que necesitaban un imperio colonial en el extranjero para probar que habían "llegado a ser" potencias europeas. Otros países más pequeños también tenían interés en reclamar partes de África, lo cual en general estimuló los intereses de aquellos dos estados que ya tenían importantes imperios coloniales: Gran Bretaña y Francia. En 1884, los países de Europa hacían reclamos numerosos y superpuestos por el territorio africano, especialmente en la cuenca del río Congo.
La Conferencia
Portugal convocó a una conferencia para abordar el reparto del botín en África, pero el evento fue organizado por el canciller alemán Otto von Bismarck, por lo que se llevó a cabo en Berlín. Asistieron el Imperio Austro - Húngaro, Bélgica, Dinamarca, Francia, Holanda, Italia, Portugal, Rusia, España, Suecia y el Reino Unido. Los estados no europeos en la conferencia fueron el Imperio Otomano y los Estados Unidos. Pero como se vio después, los Estados Unidos no participaron en la conferencia pese a estar de acuerdo en hacerlo.
El Acta General
El resultado de la conferencia fue el Acta General de la Conferencia de Berlín, que describía el asentamiento africano. El gran ganador fue el rey Leopoldo II de Bélgica. El Estado Libre del Congo, que había sido creado por una Sociedad "filantrópica" del Congo que él había patrocinado, fue declarado como propiedad privada de esa sociedad. Por lo tanto, el territorio de lo que se convertiría en la actual República Democrática del Congo no sólo llegó a ser una colonia belga, sino el privado del Rey belga. Las fronteras de las otras colonias europeas en África, también fueron más o menos establecidas. Las cuencas fluviales de Nigeria y Congo fueron declaradas rutas libres para el comercio internacional. El Acta incluyó el principio de efectividad, que prohibió la práctica de establecer colonias vacías que sólo llevaban el nombre y no eran ocupadas de manera efectiva. Asimismo, se convino que cualquier reclamo futuro hecho en África debía ser entregado a los estados de la conferencia y establecido sólo en su mutuo acuerdo. Prácticamente el único logro moral de la conferencia fue la prohibición absoluta del comercio de esclavos.
Consecuencias inmediatas
El Principio de Efectividad tuvo como resultado la aceleración del "Reparto de África", debido a que existían numerosos reclamos que tuvieron que ser aplicados sobre las tierras. El resultado fue una serie de guerras que duraron años. La mayor parte del Congo se convirtió en la propiedad privada del Rey Leopoldo de Bélgica para explotar a su antojo, teniendo como consecuencia indiscutible el régimen más terrorífico y brutal de la historia colonial de África. A finales del siglo 19, sólo dos estados independientes permanecieron en África: Etiopía (habiendo rechazado una invasión italiana) y Liberia (fundada por esclavos liberados americanos).
Consecuencias modernas
El Acta General esencialmente dibujó las fronteras del África colonial, y la mayoría de esas fronteras continúan hasta hoy. Por lo tanto, definió la cara de la África moderna e internacional. Muchas de estas fronteras fueron trazadas a menudo teniendo en cuenta lineamientos administrativos o preocupaciones políticas, muchas veces con poca consideración sobre las referencias geográficas, y sin ninguna idea en absoluto sobre las fronteras étnicas. El resultado dejó conflictos étnicos considerables desde que comenzó la descolonización en la década de 1960.
Referencias literarias
Joseph Conrad cáusticamente se refirió a la Conferencia de Berlín como "la Sociedad Internacional para la Represión de Costumbres Salvajes" en su famosa novela centrada en el Congo "The Heart of Darkness" ("El corazón de las tinieblas").La Conferencia de Berlín, convocada conjuntamente por Francia y Alemania, se celebró entre el 15 de noviembre de 1884 y el 26 de febrero de 1885.
Las naciones asistentes fueron: Alemania, Austria-Hungría, Bélgica, Dinamarca, España,EE.UU., Francia, Gran Bretaña, Holanda, Italia, Portugal, Suecia, Noruega y Turquía. Ningún país africano estuvo representado. El día de la inauguración de tan solemne reunión, Bismarck abrió la primera sesión y aceptó la presidencia, aseguró que el propósito de la Conferencia era promover la civilización de los africanos abriendo el interior del continente al comercio, definió los tres objetivos específicos de la reunión: libertad de comercio en el Congo y el Niger y acuerdo sobre las formalidades para una válida anexión de territorios en el futuro. Señaló, igualmente, que no se entraría en cuestiones de soberanía. Y tras insistir en que la Conferencia serviría a la causa de la paz y la humanidad, Bismarck finalizó su intervención dando una impresión de incertidumbre y ambigüedad.
Una vez discutidos y resueltos los problemas planteados al comienzo de la conferencia, tras las sesiones y reuniones celebradas durante esos meses, los delegados elaboraron un Acta General, que fue firmada el 26 de febrero de 1885, que contenía declaraciones, acuerdos y principios, asía como las normas respecto de las más importantes cuestiones tratadas por las potencias colonialistas reunidas en la capital alemana, y que contenía siete apartados:
1. Declaración relativa a la libertad de comercio en la cuenca del Congo, sus desembocaduras y países circunvecinos, con disposiciones relativas a la protección de los indígenas, de los misioneros y de los viajeros, y a la libertad religiosa.
2. Declaración referente a la trata de esclavos y las operaciones que por tierra o por mar proporcionan esclavos para la trata.
3. Declaración relativa a la neutralidad de los territorios comprendidos en la cuenca convencional del Congo.
4. Acta de navegación del Congo.
5. Acta de navegación del Niger.
6. Declaración relativa a la condiciones esenciales requeridas para que sean consideradas efectivas las nuevas ocupaciones en las costas del continente africano, y que establecen en las relaciones internacionales reglas uniformes respecto de tales ocupaciones que, en adelante, puedan verificarse en África, y
7. Disposiciones generales.
2. Declaración referente a la trata de esclavos y las operaciones que por tierra o por mar proporcionan esclavos para la trata.
3. Declaración relativa a la neutralidad de los territorios comprendidos en la cuenca convencional del Congo.
4. Acta de navegación del Congo.
5. Acta de navegación del Niger.
6. Declaración relativa a la condiciones esenciales requeridas para que sean consideradas efectivas las nuevas ocupaciones en las costas del continente africano, y que establecen en las relaciones internacionales reglas uniformes respecto de tales ocupaciones que, en adelante, puedan verificarse en África, y
7. Disposiciones generales.
La Conferencia de Berlín, no regularizó la disputa por África, simplemente, señaló el hecho de su participación. Al establecer de esta manera en las relaciones internacionales las normas y condiciones para las nuevas y sucesivas ocupaciones en África, fijó las bases de lo que iba a ser el reparto colonial del continente entre los imperialismos, ya actuantes y desde entonces incrementados, completándose así el reparto, de forma inmediata, en apresuradas ocupaciones efectivas, que ocasionaron nuevas resistencias y rivalidades, así como enfrentamientos resueltos por tratados y acuerdos entre las potencias coloniales, dentro del marco internacionalmente fijado, y que cubrirá el período siguiente, hasta dejarlo totalmente terminado, y a toda África bajo la acción del triunfante imperialismo europeo, desde comienzos del siglo XX.